domingo, 17 de octubre de 2010

El Gran Wyoming: A la sombra de la crisis
Público
Si hacemos caso a las tesis del Partido Popular, según las cuales los miembros de su partido no roban y todo es una trama urdida por el Ministro del Interior, que tiene a los Poderes del Estado corrompidos, prevaricando de forma sistemática, concluiremos que Rubalcaba es el político más competente de la Historia. Agatha Christie no fue capaz de imaginar tantas fechorías e intrigas en el mismo tiempo.
Si con este nivel de presunta delincuencia aumentan la intención de voto, ¿qué va a ocurrir cuando lleguen a la caja gorda, la del Estado? ¿Se harán las estaciones del AVE en el salón de casa? ¿Nos teñirán a todos de rubio?
El señor Fabra dijo, al comprobar que sus múltiples procesos no les restaban un solo voto, que el pueblo les había absuelto. Es cierto en parte. Al votante del PP la corrupción no le importa mientras lo sustraído caiga en el bolsillo de “los suyos”, pero esa pasta también es de los que no les votamos, y no le absolvemos. ¿Por qué no se roban entre ellos exclusivamente?
Ahora que doña Esperanza Aguirre manifiesta su admiración por el Tea Party, que aglutina al nacional-xenofobismo norteamericano, podría montar aquí un Trinca Party, en el que líderes de su partido, destacados empresarios, militantes, y votantes, hicieran grandiosas donaciones altruistas que se esfumaran en el acto, saciando así su voracidad delictiva, pero dejando al margen nuestro dinero. Su admirado Díaz Ferrán podría estar al frente.Los damnificados por tanto latrocinio les estaríamos muy agradecidos.¿Para cuándo una La Ley de Partidos que contemple el robo?

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