viernes, 7 de mayo de 2010

EDITORIAL DEL MUNDO.VIERNES 7 DE MAYO DE 2010

RAJOY DA LA CARA POR CAMPS Y SE LA ROMPE AL PP

MILES de ciudadanos, y entre ellos muchísimos afiliados del PP, se frotaran hoy los ojos cuando lean las manifestaciones de Rajoy sobre la respuesta que dará a una hipotética reapertura del procedimiento penal de Francisco Camps. La sala de lo penal del Supremo debe decidir el próximo miércoles si confirma del caso de los trajes-por supuesto regalo de la trama Gürtel al presidente valenciano- u ordena al Tribunal Supremo de Justicia de Valencia que siga investigando, lo cual supondría, muy probablemente, sentar a Camps en el banquillo, pues ya es conocido el criterio del instructor.
“Que diga la justicia lo que quiera, es decir, la Justicia no va a condenar allí al señor Camps el día 12”, dijo Rajoy. Y agregó: “Yo voy a apoyar a Camps y va a ser el candidato del PP a las próximas elecciones en Valencia”
La declaración de intenciones de Rajoy no puede ser más desafortunada. La hizo justo después de entrevistarse en Barcelona con el presidente Montilla, en una reunión en la que se presentó como el abanderado del respeto a las decisiones de los tribunales, con el Estatuto catalán de fondo. Está claro que si Rajoy mantuviera su apoyo para que un Camps en espera de sentencia volviera a ser candidato a la Generalitat no estaría contraviniendo a la Justicia, pero sí estaría mostrando su desdén y, lo que es peor, obligando a los ciudadanos a asumir el riesgo de poder acabar eligiendo presidente a un corrupto.
Pero además, al pronunciarse en esos términos, el líder del PP convierte en papel mojado el código ético de su partido –presentado no hace aún ni cinco meses- , hace trizas su propio discurso y se pone en a contracorriente de una opinión pública que exige medidas ejemplares, harta de continuos escándalos de corrupción. Ya dijimos cuando Rajoy lanzó su propuesta de regeneración política que lo importante era el nuevo código ético, sino su aplicación, y que pronto tendríamos la oportunidad de constatar su disposición a cumplir los compromisos asumidos. Ya tenemos la respuesta.
Las disparatadas manifestaciones de Rajoy se producen sólo seis días antes de la decisión del Supremo sobre Camps y cuando aún no hace ni una semana que trascendió el contenido de un informe judicial que revela que la empresas de la trama Gürtel. Tras conocerse este informe –que suma a otro anterior que revela indicios de financiación ilegal- la propia dirección del PP cambió su discurso de respaldo sin fisuras a Camps. De hecho, cuando se le preguntó a la secretaria general que ocurriría si el Supremo ordena seguir investigando la cusa de los trajes, Cospedal se limito a contestar: ”Hablaremos el día 12 de mayo”
El bandazo de Rajoy coincide con la campaña que el PP valenciano ha iniciado para sugerir que Camps debería seguir al frente del partido y de la Generalitat, aun cuando la Justicia le sentara en el banquillo. Dentro de esa campaña, el miércoles publicó una encuesta según la cual, con Camps como cabeza de lista, el PP ampliaría su mayoría absoluta en las elecciones autonómicas.
La posición de Rajoy, que supone dar la cara por Camps para partírsela al PP,que proporciona un balón de oxigeno aun Zapatero en sus horas más bajas y que significa un desafío a la opinión pública, sólo parece explicarse por el temor a enfrentarse a uno de sus barones, lo que vendría aconfirmar que el PP, como ya ocurre con el PSOE, está dejando de ser un partido verdaderamente nacional y es rehén de sus direcciones regionales. Rajoy debe rectificar hoy sus palabras, aunque sólo sea por instinto de supervivencia. Querer salvar a Camps a cualquier precio supone empezar a cavar su propia tumba.

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