sábado, 6 de marzo de 2010

Garzón y "la segunda transición": la lucha por el poder o la justicia

Hay que volver a tapar la corrupción, para que antiguas y nuevas tramas puedan seguir funcionando, éstas son el aceite que permite el funcionamiento de los engranajes del sistema, el alimento que nutre las clientelas que facilitan la distribución del poder político, jurídico y económico desde un partido, que es más que un grupo político, pues se ha convertido en el transmisor de un legado, la forma en que se realizó la transición española, el que “algo cambie , para que todo siga igual”, que permitió a ciertas elites, encumbradas durante el franquismo, el mantenimiento de su poder y condición.

En el control de la justicia se dirime el mantenimiento del status quo o su transformación, que la injusticia legalmente establecida se pueda reducir, mantener o ampliar. La democracia permitió introducir algo de aire fresco en las rancias y anquilosadas instituciones del franquismo, pero ¿hasta qué punto se produjo un cambio de personas, familias y organizaciones de la judicatura? Ya se dio carpetazo a la corrupción de finales de los ochenta y principios de los noventa, se hizo con el caso Naseiro, algunos de sus protagonistas continuaron forrándose y coleando, por citar algún ejemplo, Zaplana llegó a la plana mayor del PP, y se acerco al poder económico, o un personaje como Vicente Sanz pudo crear su feudo en canal 9, como se acaba de destapar. La doctrina o estrategia Trillo va en la misma línea que todo acabe en nada o casi nada, con lo del Gürtel.

El culpable para la derechona judicial o mediática es el juez Garzón, ¿cómo se ha podido atrever a apuntar hacia tan importantes prebostes y desvelar uno de los secretos mejor guardados, el mana que nutre tantas voluntades?¿ Cómo ha tenido la osadía de reabrir las tumbas, permitiendo remover los crímenes del franquismo y hacer luz sobre la genealogía de sectores que continuan encaramados al poder?

Para los juristas de otros países, lo que está sucediendo resulta incomprensible. Cualquiera puede entender que una organización fascistoide como “manos limpias” pretenda levantar una querella contra Garzón, o que los abogados de la trama Gürtel intenten exculpar por la puerta de atrás a sus defendidos, pero lo que es difícilmente explicable es que el principal partido de la oposición apueste por esta vía, o que en el seno del propio tribunal supremo pueda encontrarse los peores enemigos de un juez, que a lo largo de su carrera ha mostrado una lucha infatigable para garantizar el reconocimiento y restablecer los derechos de las víctimas, para enfrentarse con sólo la ley en la mano, contra poderes que no se detienen ante nada, como exmiembros de dictaduras militares sanguinarias, narcotraficantes o terroristas . Hace años, los que ahora lo ponen en la picota lo ensalzaban por desmantelar los GAL, pero es que Garzón esta vez se ha metido contra un sector que sigue siendo demasiado poderoso, se hizo una transición, pero pese a que nuestra sociedad esté pleanmente preparada, van hacer todo lo posible para que no se produzca “una segunda”.

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